sábado, 19 de abril de 2008

... Crecer por las circunstancias!!!


Es normal tener miedo ante lo nuevo, el miedo es una reacción natural frente a una situación que nos toma por sorpresa y que obviamente desconocemos. El miedo es, también, la afirmación más clara de nuestra humanidad.

Y eso lo aprendemos desde pequeños cuando damos nuestros primeros pasos.

Para aprender a caminar, uno tiene que tropezarse, golpearse, levantarse, caerse varias veces, levantarse y otra vez volver a caer; pero sobre todo vencer el miedo, vencer el círculo de temores que antecede a la primera caída...

Con el amor sucede algo parecido, uno tiene necesariamente que equivocarse, y a veces perseverar en el error, sin escuchar a nada, ni a nadie. Y entonces uno se descubre como en la primera infancia, cayéndose una y otra vez, golpeándose con la misma piedra, venciendo los más grandes temores, pero sobre todo, aprendiendo...

El mundo nos ha enseñado con razones justificadas a desconfiar, a tener miedo de todo lo que brilla en medio de la oscuridad, a mirar con malicia y cierto prejuicio a la mano que se extiende en la desgracia.

La frase “nadie hace nada a cambio de algo” está colgada sobre nuestras cabezas como una Espada de Damocles y nos hace retroceder ante lo nuevo, por más que éste de visos claros de sinceridad y honestidad moral, la cultura de la desconfianza nos hace estar siempre a la defensiva en todos los aspectos.

Por estás razones siempre hay que provar cosas nuevas para haci esperimentar y poder objetivamente tomar desiciones y dar consejos a personas con menos esperiencia, equivocarse es parte de la vida y siempre hace crecer...